Animales pequeños del mundo son exclusivos de Cuba
Bautizada como el
paraíso de los naturalistas por la diversidad y hermosura de las especies de su
fauna, Cuba tiene el privilegio de ser reservorio de los animales más pequeños
del mundo con el pájaro mosca, la rana pigmeo, el murciélago mariposa y la jutia
enana.
A estos dones del reino animal de la Isla se añade el
Paralouatta varonai, considerado el mayor de los monos antillanos, del cual
permanecen hallazgos arqueológicos que confirman su exclusiva existencia en
tierras cubanas, aunque no hay precisiones de cuándo desapareció.
La especie de moluscos más antigua del planeta se llama
Viana Regina o calcifolio y habita en el Valle de Viñales, en Pinar del Río,
adherida a las rocas y mogotes para alimentarse de los hongos que nacen en
estas. Con cuerpo de pez y cabeza de reptil está el manjuarí (Atractosteus
tristoechus), calificado como un fósil viviente, con la peculiaridad de que su
carne es comestible, pero sus huevos son venenosos.
A punto de extinción está el almiquí, cuyo distingo entre
los mamíferos fósiles radica en su saliva mortífera y la reaparición en los
años 1974 y 1975, después de estar escondido desde las últimas décadas del
siglo XIX.
El pájaro mosca, zunzuncito como también se le nombra,
además de sus bellos colores y peculiar vuelo, mide alrededor de seis
centímetros como máximo y pesa casi dos gramos, nada envidiable para el anfibio
más pequeño, conocido como sapito (Sminthillus limbatus), con menos de 12
milímetros de longitud.
Con tres centímetros de largo el menor de los mamíferos, el
murciélago Mariposa (Nystiellus lepidus) lleva la balanza a dos y tres gramos,
por lo que estos curiosos ejemplares en conjunto convierten en muy especial y
atractiva a la fauna cubana, que cuenta con más 13 mil especies de animales
terrestres y se distingue por sus altos valores de endemismo.
Tomado de 26 Digital
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