El Aedes aegypti permanece al ataque
Si algo sabemos los tuneros es
que en la lucha contra el Aedes aegypti -transmisor del dengue, zika,
chikungunya y fiebre amarilla- no existen treguas. Al menor descuido se
multiplican las poblaciones del poderoso rival e incrementa el riesgo de
enfermar.
Aunque se insiste en el tema,
algunas personas "olvidan" que en la prevención radica el éxito de la
perenne ofensiva. Actualmente en nuestro territorio no se reporta transmisión
de las arbovirosis; sin embargo, los casos positivos a zika, principalmente en
el área de Salud del policlínico Guillermo Tejas, de esta ciudad, y el índice
de infestación del mosquito superior al permisible constituyen un llamado de
alerta a extremar las medidas higiénico-sanitarias.
"El país tiene una
situación epidemiológica compleja en varias provincias, incluyendo a la vecina
localidad de Holguín. Este panorama unido a las condiciones medioambientales
acrecienta el peligro en Las Tunas de transmisión del zika y otras
arbovirosis", dijo a 26 la doctora Diamela Moreno Valera, funcionaria del
Control Sanitario Internacional en el Centro Provincial de Higiene,
Epidemiología y Microbiología.
Según un informe de la
Organización Mundial de la Salud, el tiempo transcurrido entre la exposición y
la aparición de los síntomas del zika aún no está claro, pero probablemente es
de pocos días. Se ha llegado a un consenso científico que el virus causa
trastornos neurológicos como la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré.
Los síntomas resultan
similares a los de variadas infecciones por arbovirus. Moreno insiste en la
necesidad de acudir de manera inmediata al facultativo cuando aparece erupción
cutánea, un ras semejante al salpullido pruriginoso acompañado o no de signos
virales como enrojecimiento ocular, dolores musculares y articulares, malestar
y cefaleas. Aunque la mayoría de las veces cursa sin fiebre, también puede
asomar esta señal.
"Siempre que hay un caso
confirmado realizamos la vigilancia y los análisis complementarios a todas las
embarazadas que se encuentren en un radio de acción de 300 metros. Extremamos
el control, aunque las gestantes no presenten la sintomatología porque la
enfermedad puede transcurrir asintomática, y son muchos los riesgos para la
salud del bebé, principalmente durante el primer trimestre del embarazo.
"Lo más importante
-concluye la especialista- es que la familia adopte las medidas para evitar la
propagación de esta y otras afecciones. Hay que destruir los criaderos del
vector, realizar el autofocal cada semana y mantener la higiene".
Por Misleydis González Ávila (Tomado de 26 Digital)
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