Llueve en Las Tunas, pero no lo suficiente

Las presas continúan con niveles muy bajos
Las lluvias que cayeron en los últimos días dieron un tono verde al paisaje, aplacaron el polvo de los caminos y salvaron las cosechas de más de un campesino, pero poco significaron para las presas de la provincia de Las Tunas, que se mantienen a un 28 por ciento de llenado con respecto a su capacidad total.

Como resultado del escurrimiento de las precipitaciones, las cuencas hidrográficas del territorio recibieron cerca de un millón de metros cúbicos de agua, pero eso no representa ni siquiera el uno por ciento del total de agua que se puede almacenar en los 23 embalses del territorio, donde diariamente se entrega poco más de medio millón de metros cúbicos para el abasto a la población, explicó a 26 Luis Enrique Avilés Salazar, subdelegado adjunto en Las Tunas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).
De acuerdo con el especialista se necesitarían varios días de lluvias significativas para lograr una recuperación efectiva, sobre todo por los niveles de infiltración que se reportan y la deprimida situación de los reservorios de agua. Hasta la fecha ha llovido apenas un 60 por ciento con respecto a la media histórica para este período del año lo que provoca grandes deudas en los espejos de agua.
La red de pluviómetros del INRH registró valores significativos en cuencas de abasto a la población como El Rincón, Cayojo, Juan Sáez, Jobabito y Playuela y volúmenes importantes en los municipios de Puerto Padre, Jesús Menéndez y Jobabo, fundamentalmente el lunes pasado.
De acuerdo con los pronósticos meteorológicos, las precipitaciones ocurridas son el resultado del impacto de una vaguada que pudiera extender su influjo en el país durante los próximos días.
En el período húmedo en Cuba, que comienza en abril y culmina en noviembre, la actual etapa es la más seca, este año el pronóstico meteorológico señala a septiembre como el mes en el que comiencen a producirse precipitaciones más abundantes.
Ante el silencio de las nubes ahorrar se convierte en la principal garantía para no provocar mayores tensiones en la explotación de un recurso tan vital como el agua.


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