La tuberculosis: detectable, tratable y curable
Entre ocho y nueve millones de
personas se infectan cada año en el mundo por tuberculosis (TB), padecimiento
que sufren en Cuba unas 700 personas cada calendario. La provincia de Las Tunas
cerró el 2014 con una tasa de 6,8 enfermos por cada 100 mil habitantes (todos
pertenecientes a algún grupo de riesgo) y aunque estadísticamente es un buen
resultado, la Salud Pública no desfavorece la prevención ni el tratamiento de
los contagiados.
Así precisa a 26 digital la doctora Onelis Núñez López,
especialista en primer grado en Higiene y Epidemiología y responsable del programa
de prevención y control de la TB, insistiendo en el cuidado individual y
familiar, fundamental para que los galenos puedan remediar este mal a tiempo.
"La TB pulmonar tiene varias formas de presentación,
entre las más frecuentes están la aguda catarral, que se presenta como un
catarro común, con tos, expectoración y fiebre y otra más insidiosa con
características adicionales: fiebre vespertina no necesariamente muy alta,
sudoración nocturna, pérdida de peso y tos seca o con expectoración, que dura hasta
tres meses", explica.
Según la especialista tras el análisis de dos esputos se
produce el diagnóstico y de inmediato se procede a aplicar la prueba de
tuberculina a todos los contactos del paciente, pues se contagia por vía
respiratoria. La quimioprofilaxis resulta esencial para prevenir que la
infección se extienda.
"En la actualidad la TB es totalmente curable con el
adecuado tratamiento, que en nuestro país es gratuito. Este debe ser
estrictamente chequeado por el personal de la Salud y es un proceso largo, de
medio año de duración, pero muy efectivo. Ya en la segunda semana puede
evitarse el contagio si todo marcha apropiadamente", argumenta.
Detectar, tratar y curar son tres pasos esenciales para
borrar a este de la lista de males que aquejan actualmente a la humanidad,
propósito que la Organización mundial de la Salud (OMS) planifica cumplir en el
2015. Celebrar hoy el Día Mundial de la Tuberculosis impone para la población
mundial el reto de sumarse a ese combate.
En Cuba, la aspiración es continuar perfeccionando la
atención médica que requiere el padecimiento y fundamentalmente educar a la
población en el autocuidado, pues el acceso a las instituciones y los
especialistas, que se reclama en otras latitudes, es aquí una asignatura
vencida.
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