Algunos documentos relacionados con la desaparición de El Cucalambé
Junto con acertados estudios históricos y literarios acerca
de poetas cubanos del siglo XIX, otros contienen tantas páginas adversas a
autores que contribuyeron al perfil fundacional de nuestra literatura, que
constituyen una desproporción al aplicar el "contra sí" sobre la
identidad de los insulares criollos, construida durante la imposición del
colonialismo.
Para ejemplificar lo anterior basta recordar juicios y
condenas contra José María Heredia, Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido),
Juan Clemente Zenea, Gertrudis Gómez de Avellaneda, José Martí... A los
criollistas y siboneístas, críticos de aquel siglo, y otros del XX y el XXI,
los han sajado; tal es el caso de Juan Cristóbal Nápoles Fajardo (El Cucalambé,
1829–1861): ápice de ambas parcelas, considerado como el más popular de los
bardos hasta nuestros días.
El Cucalambé ha resultado un poeta venerado por segmentos
poblacionales, preferencia del antiguo campesinado analfabeto que cantaba sus
décimas aprendidas de memoria por tradición oral, y por el actual: lo lee y lo
recepciona por canales mediáticos; en las comunidades urbanas su demanda
libresca es permanente, también amplificada por cultores del repentismo. La
obra de nuestro poeta lo ha trascendido como individuo; nada podrá borrarla.
No obstante aquella cantidad contraria, a 184 años de su
nacimiento —se conmemora anualmente el primero de julio— pese a las argumentaciones
historiográficas sobre un desfalco ocurrido en Santiago de Cuba (l861), donde
era pagador y almacenero de Obras Públicas, nadie podrá borrar su presencia de
la poesía, y aún más, de la memoria histórica, al hallarse como antecedente de
la Guerra de los Diez Años, sin haber sido mambí. Pertenece sin discusión
alguna a la cultura nacional; su obra ha trascendido como legítimo aporte a la
fundación del concepto patria-patriotismo, algo muy superior a lo acaecido a su
persona en aquellos años de esclavitud y dominio español.
Hoy, su vida y obra forman parte del patrimonio
bibliográfico nacional (su libro Rumores del Hórmigo, 1857, dejó una huella
permanente en la tradición decimista escrita y oral); él se mantiene en el
imaginario popular, legitimado, no obstante los argumentos de aquellos
historiadores, y de quien todavía hurga para luego divulgar que él sí participó
de aquel hecho contra la gobernación colonialista, causante de su muerte.
Quienes hayan leído mis investigaciones, sobre todo la parte
correspondiente a su desaparición, conocen mi criterio de que, en el caso
puntual del dinero que Nápoles Fajardo remitió a Cabo Cruz (se localiza en la
actual provincia de Granma), fue robado allí mientras él se encontraba en
Santiago de Cuba, y quien lo acusó estaba en inteligencia con el Inspector del
Departamento Oriental. Ese hecho es el causante de su "misteriosa"
desaparición; todavía nadie ha logrado esclarecerlo conclusivamente, ni ha
precisado dónde se hallan sus restos mortales.
¿Cuántos papeles existen que inculpan a personas inocentes?
Los colonialistas españoles documentaron casos para eliminar a ciudadanos
peligrosos a sus intereses. No es necesario abundar al respecto.
En esta oportunidad solo publico algunos documentos que han
permanecido inéditos, relacionados con la desaparición del poeta, periodista y
dramaturgo Juan Cristóbal Nápoles Fajardo. Estos permitirán comprobar lo que he
sostenido sobre quienes cubrían su responsabilidad y actuar directo en el
desfalco, después de la acusación al trovador y literato, circunstancias en las
cuales El Cucalambé desempeñaba su labor burocrática. Constituyen una
ampliación de lo sostenido por mí en varias publicaciones sobre la vida del
bardo en Santiago de Cuba, hasta ser víctima de la conjura. Sugiero la
relectura de mi ensayo "El Cucalambé en Santiago de Cuba", para una
mayor comprensión de los documentos que hoy ven la luz. En aquel texto di a
conocer una circular, en la cual basé mi propuesta de fecha de la desaparición:
Circular No. 151 [Sr. encargado de la obra de la torre fanal
de Cabo Cruz (este encabezamiento aparece al final del documento)].
Habiéndose desaparecido el Pagador que era de esta, D. Juan
C. Nápoles Fajardo, (conocido con el nombre de "El Cucalambé",) lo
digo a U. p. a su conocimiento, el de los empleados y operarios del ramo, para
las precauciones y fines convenientes.
Dios que a U. m.s a.s
[Santiago de] Cuba Diciembre 3 de 1861 [El subrayado es mío,
C. T. R.]
El Inspector del Departamento
Ignacio Halcón 1
Y otro documento de Ignacio Halcón, dirigido al encargado de
Cabo Cruz, en el cual le pedía la confirmación de haber recibido el
"importe de la relación de pagos del mes de octubre último, del capitán o
sobrecargo del vapor Habanero, que pasaría por esa en la mañana del 24 del actual."2
El encargado le respondió que no había recibido el dinero
"porque lo ha debido sacar del pliego el pagador Don Juan C.
Nápoles"3, fórmula que aparece textualmente en otros documentos de su
autoría.
Abundante es la papelería para ilustrar la desorganización
existente en la construcción del faro de Cabo Cruz. Obsérvense a continuación
errores y negligencias de su encargado. Resalta su venalidad, que le hacía
faltarle el respeto hasta al Comandante General del Departamento Oriental:
Con fecha 27 de julio último transcribí a U. una
comunicación del Sr Gobr del Deppto, con la que le devuelvia [sic] los
comprobantes que acreditaban haberse satisfecho a los operarios y empleados de
esa obra de los sueldos y jornales devengados por los mismos en el mes de Abril
del corriente año, a fin de que se corriguiese [sic] la equivocación padecida
en ella de poner los $6 al farolero; cuando en la que sirvió para estraer [sic]
el dinero de Tesorería no se incluyó en dicha cantidad.
La suma estraida [sic] de Tesorería y que se remitió a esa
obra fue la de $2882 y 22 cents, y no la de $2888 y 22 cents manifestada por
Ud.
En 10 de Agosto me participó U. que no fue la falta de $6 la
que se notó; si no la de $8.50 que fueron demás [sic] en el pago de Mayo,
añadiendo que creía que era innecesario incluir en la relación siguiente la
gratificación del farolero por poderse abonar con dichos sobrantes, habiendo de
contestar yo el 30 del mismo mes y en oficio no. 105, trascribiendo el informe
del Pagador del ramo en esta plaza en el que manifestaba "tener la
seguridad de no haber remitido dinero de más ni de menos en ningún tiempo y que
en vista de que el déficit de Abril es igual al sobrante de Mayo, poder
disponer qe. el dicho sobrante pudiese servir para cubrir la falta" lo que
trasladé a U. en contestación a su citado oficio.
Con fecha 17 de Setiembre último (of o. No. 115) transcribí
a U. una comunicación del Sr. Gobnor del Deppto de 3 del mismo mes, en la que
se volvía a reproducir la de 28 de Julio, añadiéndose que los documentos
solicitados se habían pedido ya por la Dirección del ramo, al cual contestó U.
en 25 del citado mes de Stiembre [sic] en oficio no. 107, remitiendo por
triplicado, no los comprobantes que se solicitan y que se devolvieron a U. para
rehacerlo, si no la relación de los sueldos y jornales devengados en Abril, sin
contradecirse aún en ella la equivocación que se padeció, y por la cual se
devolvieron los recibos del referido mes.
Sin embargo, la citada comunicación de U. no 107, la
transcribí al Sr Gobnor del Deppto, el cual en 7 del actual me contestó lo que
trasladé a U. en oficio no 128 de 9 del mismo.
Como podrá U. ver por los antecedentes, no son las
relaciones de sueldos y jornales que sirvieron para estraer [sic] el dinero de
Tesorería las que se reclaman, si no los comprobantes justificativos de haberse
satisfecho a cada individuo empleado en esa obra, el sueldo o jornal que tenía
devengado en dicho mes de Abril, con el objeto de incluirlo en la cuenta que se
cursa a la superioridad, y que por dicha falta está detenida desde aquel mes.
En el oficio de U. no. 116 de 22 del que cursa, se han
padecido dos equivocaciones, a saber:
1a Al decir que las relaciones de sueldos y jornales del mes
de Abril ascendieron a $2888- 22 censt, sin tener en cuenta que efectivamente
sucedería así si se hubiese incluido en la primitiva que sirvió para estraer
[sic] el dinero de Tesorería los $6 del farolero que se abonaron con los
sobrantes de Mayo, y
2º Que los comprobantes que se solicitan se remitieron en 25
Setbre, cuando lo que se recibió fue la relación primitiva de dicho mes,
reformada indebidamente. [El subrayado es mío, C. T. R.]
En vista de la imposibilidad que U. manifiesta para rehacer
dicho comprobante, remita U. los primitivos que se le devolvieron, y para que
confronten con la primera relación y libramiento entregado en la Secretaría, se
anotarán en estas.
Réstame manifestar a U. que el penúltimo párrafo de la
citada comunicación no 116, lo considero inoportuno, por dirigirse la
contestación a un oficio de la primera autoridad del Deppto, y porque ha sido
en esa la causa de la cuestión, tratando de modificar los comprobantes de unas
relaciones cursadas a la Superioridad; y cuando por último aparece que no ha
comprendido U. lo espuesto [sic] por la misma al espresar [sic] que la libranza
y primera relación ascendente a $2882, 22cents. es $6 menos que en los
justificantes que se elevan a $ 2888.22cents, creyendo inútil manifestar a U.
que procure en lo sucesivo no faltar en sus comunicaciones a la consideración
que corresponde a la Superioridad.
Todo lo que digo a U. en contestación a su oficio no. 116 ya
citado.
Dios que a U. m.s a.s —Sgo de Cuba
Noviembre 28 de 1861.
El Inspector del Departamento
Ignacio Halcón 4
En este documento se observa discrepancia entre el encargado
de Cabo Cruz y El Cucalambé, quien le da fe a su inspector de no haber enviado
dinero "de más ni de menos en ningún tiempo", explicación que se vio
precisado a dar por las falsificaciones practicadas por dicho encargado de la
documentación oficial.
El siguiente está fechado un día después de Ignacio Halcón
haberle comunicado la desaparición de El Cucalambé a su acusador. El Brigadier
Gobernador del Departamento le devuelve a Halcón unos justificantes que a este
último le había enviado el encargado de Cabo Cruz, individuo negligente y capaz
de equivocarse en un libramiento de 3 mil 92 pesos con 78 centavos y medio;
"los justificantes arrojan un total de 3 mil 198 pesos con 41
centavos". [El subrayado es mío, C. T. R.]
El encargado de Cabo Cruz incurrió en errores de esta y otra
índole en varias ocasiones, lo cual puede comprobarse en el fondo documental de
referencia.
Sor. Encargado de la obra de la torre fanal de Cabo Cruz
El Sor Brigadier Gobor del Dppto. con fecha 2 del actual me
dice lo que copio.
"Devuelvo a V. los justificantes del mes de agosto
último de las obras de Cabo Cruz, porque habiendo ascendido el libramiento a
3092 $ 78 ½ ¢ esos justicantes arrojan un total de 3198 $ con 41 ¢ y debe
espresarse [sic] a continuación de la relación los motivos de esa diferencia
presentando la demostración que venga a comprobar la misma cantidad de 3092 $
con 78 ½ centavos."
Lo que traslado a V. para su conocimiento con inclusión de
los documentos que se citan a fin de que se ponga la nota mandada por la
Superioridad.
Dios que a V.m.s a.s.
Cuba y Diciembre 4 de 1861.
El Inspector del departamento
Ignacio Halcón 5
Inspección de Obras Públicas del Departamento Oriental de la
Isla de Cuba No. 158 "Reservado"
[Sor Encargado de la dirección de la obra de la Torre fanal
de C. Cruz]
Convendrá que para el recibo de las cantidades que se
remiten desde esta, dicte U. las precauciones que crea oportunas, conviniéndose
con el capitán del Vapor en ponerle una señal de haber llegado el dinero a esa
a fin de evitar cualquier desgracia desde el vapor al Muelle, y dando cuenta
del orden que tiene Ud. establecido para el recibo, conservación y reparto, con
el objeto de que se apruebe por la superioridad y quede cubierta su
responsabilidad. [El subrayado es mío, C. T. R.]
Dios que a Ud. m.s a.s
Cuba Dcbre 7 de 1861
El Insp.r del deppto
Ignacio Halcón 6
Halcón, al indicarle al encargado de Cabo Cruz las medidas a
adoptar, en caso de que se investigara la inocultable desaparición del pagador;
al buscar una vía para que este quedara a salvo, logró su propósito pues ambos
continuaron en sus respectivos cargos, y con esta coartada, deja constancia de
la participación en el desfalco, que le atribuyeron a El Cucalambé.
Dado el dominio judicial, y de la prensa, a las autoridades
del Departamento Oriental no les era difícil inculpar a Nápoles Fajardo en un
proceso desarrollado en su ausencia, y publicar un edicto en El Redactor con el
llamamiento a Nápoles Fajardo a presentarse en la cárcel por ser ¿único? autor
de aquel hecho. Ignacio Halcón, además de inspector del Departamento, también
ejercía su poder como Comandante de Ingenieros del ejército español.
Con fha 23 de Nov oficio No. 139 dije a Ud lo sigte.
"El Pagador del ramo de obras ppcas de esta plaza, con
fha de hoy me dice los [sic] siguiente.
"En el vapor español Habanero que sale de este puerto
en la tarde del día de hoy, se remiten a la obra del faro de Cabo Cruz los tres
mil noventa y ocho pesos devengados en el mes de Octubre pmopdo por los
empleados y operar.s de aquella obra= Lo que traslado a Ud. para su conocimiento
y fines consigtes, acusándome recibo de esta Comunicación".
Y habiendo manifestado que no la ha recibido porque lo ha
debido sacar del pliego el pagador Don Juan C. Nápoles lo repito a Ud para la
debida constancia. [El subrayado es mío, C. T. R.]
Dios que a V. m.s a.s
Cuba y Dbre 7. 1861
El Insp.r del deppto
Ignacio Halcón 7
[al] Sor Encargado de la obra de la Torre fanal que se
construye en Cabo Cruz
Después de esto, cuanto se extraviara aparecería como sacado
del pliego por El Cucalambé:
Con fha 23 de Nov.e último oficio N.o 140 dije a Ud lo
siguiente
"En contestación al oficio de Ud No 128 de 4 del actual
en el que me participa haber llegado a ese punto de obra un Cantero de la
Habana y que también vendrá otro de dho. punto s.a manifiesto a Ud q.e habiendo
quedado despedido los Canter.s de la obra del faro de Pta Maysí no se han
mandado a Cabo Cruz por no recargar habiendo escazes [sic] de peones a fin de
no aumentar los gastos pues hay dificultades para hacer efectivas las
relaciones mensuales." [El subrayado es mío, C. T. R.]
Y habiendo manifestado que no la ha recibido porque lo ha
debido sacar del pliego el pagador Don Juan C. Nápoles lo repito a Ud para la
debida constancia. [El subrayado es mío, C. T. R.]
Dios que a V. m.s a.s
Cuba y Dbre 7. 1861
El Inspr del deppto
Ignacio Halcón 8
[al] Sor Encargado de la obra de la Torre fanal que se
Construye en Cabo Cruz
Si había "dificultades para hacer efectivas las
relaciones mensuales", es decir, si el dinero no alcanzaba para efectuar
los pagos, algo conocido por Halcón, son llamativos la consumación del
desfalco, precisamente, cuando la Tesorería confrontaba esa situación
monetaria, y el trasiego de comunicaciones de Santiago a Cabo Cruz, entre ambos
sujetos tan vinculados a El Cucalambé por la especificidad de sus trabajos,
para cubrirse después de realizada la acusación.
III
Quizás existan lectores que consideren mi interés en
esclarecer, al menos, las circunstancias finales de la vida conocida de El
Cucalambé en Cuba, como una meta parcializada a su favor, para librarlo de una
causa criminal, a la que fue sometido por el desgobierno colonialista en
ausencia de su persona. Dediqué tiempo en Santiago de Cuba a la investigación
de este problema, pero un investigador solo, ni encuentra ni llega a saberlo todo.
La ética profesional impide cambiar la actuación del personaje estudiado por
empatía o coterraneidad; me he limitado a analizar, sin positivismo alguno,
cómo pudieron haber ocurrido los hechos, a la luz de estos y otros documentos.
Sigo pensando que El Cucalambé no desapareció, lo hicieron desaparecer para
encubrir el robo del dinero de Cabo Cruz.
CITAS
1 Academia de Ciencias, Archivo Histórico Provincial. Fondo
Gobierno Provincial, Legajo 599, Exp. 6.
2 Ibid., Exp. 3.
3 Ibid., Exp. 7.
4 Ibid., Exp. 6.
5 Ibid., Exp. 6.
6 Ibid., Exp. 7.
7 Ibid., Exp. 6.
8 Ibid., Exp. 6.
Tomado de 26 Digital
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