El malecón villazulino, un encanto para todos
Cuando asisto al encuentro de esta agua tal parece como si estuviera amando. Y no es para menos, pues el portentoso malecón villazulino despierta en la mayoría de los visitantes más que emociones, sensaciones dormidas, recuerdos casi olvidados…
Son muchos los que deleitan cada día, aunque sea por unos momentos, ante este inmenso espectro azul. Aquí se reúnen amigos, se conocen otros, renace el amor o simplemente constituye un refugio más para el espíritu.
Desde 1925 el Malecón es la imagen viva de la ciudad de Los Molinos. Ese año comenzó la construcción de la primera etapa, la cual concluyó 50 meses después y comprendía desde el actual restaurante Sierra Cristal hasta las inmediaciones del Palacio de Pioneros. El resto, hasta el cabaré Anacaona, se hizo en la década de los 50 del siglo pasado.
Este pedazo de litoral, bañado por el Atlántico, tuvo siempre mucha actividad, en sus inicios condicionado por el famoso embarcadero de Maniabón, el cual poco a poco se fue transformando hasta llegar a ser hoy un imponente muelle, punto de llegada y salida de pequeñas embarcaciones.
En la historia de este sublime lugar hay algo realmente fascinante: el pocito de agua dulce a la orilla del mar. El Malecón ha ganado en belleza y seguirá ganando pues su sola presencia constituye un regalo de dimensiones incalculables.
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