En la Villa Azul de Cuba…El presente del mañana
Por Gerardo González Quesada
A pesar de los malos augurios de que demoraría más tiempo, lo cierto es que seis meses después de los embates de un huracán nunca visto aquí, Puerto Padre muestra claros indicios de recuperación.
Aquel fatídico 9 de septiembre del año precedente no se podía caminar por las calles de la Villa Azul. Árboles derrumbados, viviendas destruidas, techos arrancados de cuajo de sus soportes..., en fin destrucción y más destrucción, era la visual, luego del paso del poderoso huracán Ike. Frente a esas realidades los puertopadrenses se dieron a la tarea de emprender la recuperación y unos 500 mil metros cúbicos de desechos sólidos fueron recogidos en cerca de dos meses; el equivalente, según me contaron, al volumen de cuatro años. Ante la imagen de entonces, muchos pensaron que Puerto Padre demoraría más tiempo para recuperarse, pero lo cierto es que seis meses después, 15 mil 182 viviendas han sido reparadas y de estas cinco mil 81 de manera total, aunque todavía queda mucho por hacer en este complejo sector. Ya en febrero sumaron 88 los centros educacionales listos, 38 bodegas, 34 unidades de salud, 14 panaderías y 10 mercaditos comunitarios, todos con mejor y más confortable construcción. Cinco organopónicos y el banco de semilla fueron electrificados, se colocaron más de 300 lámparas en calles, avenidas y poblados, se repararon 4,6 kilómetros de carretera. Y los barrios de Carúpano, la Grúa y El Capitolio, en Delicias, fueron electrificados. La obra comprende además la instalación de 122 nuevos servicios telefónicos y la digitalización del poblado de Maniabón, en tanto están activados los círculos socioculturales de Molinet, Río Blanco, Piedra Hueca y Maniabón. Ese constante hacer abarca la edificación de cinco nuevos parques infantiles y la recuperación de siete en total, como expresión de un pueblo solidario y laborioso que sabe levantarse sobre las dificultades. A ello suman el promisorio trabajo en la producción de alimentos, con una estrategia en la siembra de cultivos de ciclo corto, la recuperación del plátano y la consolidación del movimiento cooperativo y campesino, con 13 Cooperativas de Créditos y Servicios fortalecidas, junto a las 10 granjas y los cinco establecimientos del sector estatal, que allí son fuertes. Realmente los puertopadrenses han trabajado duro en esta etapa, para devolver la vitalidad, la frescura y esa hermosa vista a la Ciudad Marinera. Aún quedan muchas horas y no pocos días de intenso quehacer, pero multiplicarán las fuerzas y redoblarán el entusiasmo. Si alguien tiene duda, mire a la cara de los hombres y mujeres encargados de construir el presente del mañana, desde el protagonismo anónimo y solidario de hoy en los más diversos sectores de la vida económica y social de Puerto Padre
A pesar de los malos augurios de que demoraría más tiempo, lo cierto es que seis meses después de los embates de un huracán nunca visto aquí, Puerto Padre muestra claros indicios de recuperación.
Aquel fatídico 9 de septiembre del año precedente no se podía caminar por las calles de la Villa Azul. Árboles derrumbados, viviendas destruidas, techos arrancados de cuajo de sus soportes..., en fin destrucción y más destrucción, era la visual, luego del paso del poderoso huracán Ike. Frente a esas realidades los puertopadrenses se dieron a la tarea de emprender la recuperación y unos 500 mil metros cúbicos de desechos sólidos fueron recogidos en cerca de dos meses; el equivalente, según me contaron, al volumen de cuatro años. Ante la imagen de entonces, muchos pensaron que Puerto Padre demoraría más tiempo para recuperarse, pero lo cierto es que seis meses después, 15 mil 182 viviendas han sido reparadas y de estas cinco mil 81 de manera total, aunque todavía queda mucho por hacer en este complejo sector. Ya en febrero sumaron 88 los centros educacionales listos, 38 bodegas, 34 unidades de salud, 14 panaderías y 10 mercaditos comunitarios, todos con mejor y más confortable construcción. Cinco organopónicos y el banco de semilla fueron electrificados, se colocaron más de 300 lámparas en calles, avenidas y poblados, se repararon 4,6 kilómetros de carretera. Y los barrios de Carúpano, la Grúa y El Capitolio, en Delicias, fueron electrificados. La obra comprende además la instalación de 122 nuevos servicios telefónicos y la digitalización del poblado de Maniabón, en tanto están activados los círculos socioculturales de Molinet, Río Blanco, Piedra Hueca y Maniabón. Ese constante hacer abarca la edificación de cinco nuevos parques infantiles y la recuperación de siete en total, como expresión de un pueblo solidario y laborioso que sabe levantarse sobre las dificultades. A ello suman el promisorio trabajo en la producción de alimentos, con una estrategia en la siembra de cultivos de ciclo corto, la recuperación del plátano y la consolidación del movimiento cooperativo y campesino, con 13 Cooperativas de Créditos y Servicios fortalecidas, junto a las 10 granjas y los cinco establecimientos del sector estatal, que allí son fuertes. Realmente los puertopadrenses han trabajado duro en esta etapa, para devolver la vitalidad, la frescura y esa hermosa vista a la Ciudad Marinera. Aún quedan muchas horas y no pocos días de intenso quehacer, pero multiplicarán las fuerzas y redoblarán el entusiasmo. Si alguien tiene duda, mire a la cara de los hombres y mujeres encargados de construir el presente del mañana, desde el protagonismo anónimo y solidario de hoy en los más diversos sectores de la vida económica y social de Puerto Padre
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