Trillizos: bendición y alegría
Según estadísticas muy recientes, aproximadamente uno de cada siete mil 500 nacimientos es de trillizos. El 17 de octubre del 2005 del vientre de la chaparrera Aracelys Jorge Pérez salieron tres capullos de un tiro. Cuatro meses después el hospital Ernesto Guevara, de Las Tunas, vive un alumbramiento similar. Desde que Dania Bermúdez Gutiérrez trajo al mundo, el pasado día 17 de febrero, a sus queridos ¡trillizos!, en San Manuel, poblado del municipio de Puerto Padre, ubicado al norte oriental cubano, a unos 670 kilómetros de La Habana, no se habla de otro tema. Son los primeros en la historia de este terruño y todos quieren conocer de las interioridades que se viven en el nuevo hogar de la afortunada madre. Con dos hijos, uno de 19 y el otro de cuatro años, Dania decidió a sus 39 calendarios tener otro párvulo; pero cuál sería la sorpresa cuando el ultrasonido arrojó que serían nada menos que tres. “¡Qué son tres! Yo creía que me iba a dar algo, afirma, hasta la presión me subió, pensé que el mundo se me iba a acabar. Recibí todo tipo de comentarios, desde felicitaciones hasta palabras de preocupación, pero pude recuperarme del impacto de la noticia. A medida que pasaron los meses y mis bebés dentro de mi vientre iban creciendo y se hacían notar, fui sintiendo una fuerza que me estaba preparando para recibirlos”. “A pesar de mis consejos y de los de la genetista del área de salud, precisa el doctor Pedro Martínez Fortunato, Dania decidió enfrentar una preñez de alto riesgo. Desde el mismo momento de la captación notamos la irregularidad. Le indicamos un ultrasonido y efectivamente confirmó un embarazo gemelar. A las 18 semanas ya se sabía con certeza que eran tres y rápidamente la ingresamos en el Hogar Materno de Delicias. Días después pasó para el hospital Guevara donde transcurrió el resto de su gestación, hasta el momento final.” Daniela, Dayany y Dayron nacieron con dos mil 350, dos mil 300 y mil 950 gramos, respectivamente. Todos con bajo peso, pero en menos de un mes ya estaban “listos” para ir a la nueva casa, la cual acoge a la feliz familia, en la cual se incluye la enfermera Alba Díaz, quien permanecerá junto a ellos durante todo el primer año de vida de los infantes. Vecinos, familiares y amigos le echan también una mano con los pequeños y con las tareas domésticas Los progenitores muy poco han dormido desde entonces acá. Según palabras de Miguel Carralero, el afortunado padre, estos primeros días suelen ser los más difíciles, todos nos vamos habituando a la falta de sueño, a la necesidad de alimentar a los bebés y a la escasez de tiempo, pero hay que acostumbrarse… Trillizos triamnióticos bicoreales, Daniela, Dayany y Dayron son toda una mezcla de bendición y alegría que se esparce y contagia. Verlos, vivirlos aunque sea unos minutos, es una sensación inexplicable, casi única, pero simplemente emocionante
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Saludos fraternales.
Jorge Gonzalez
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